La huella de los edificios
Miguel Zúñiga
17 – julio – 2023
En el campo de estudio de la zoología es posible identificar a un animal por el tipo de huella que deja a su paso. De la misma manera, en la arquitectura podemos identificar en la huella de los edificios –es decir, en sus plantas– ciertas características que permiten interpretar sus cualidades.
El edificio sede del Bremer Landesbank (2011-2016), proyectado por Caruso St John Architects, es una intervención en el centro histórico de la ciudad de Bremen, Alemania. Cercano a la Catedral y al Ayuntamiento medieval, la ampliación convive con la preexistencia de un edificio construido a finales del siglo XIX.
Por otro lado, el proyecto del arquitecto Gunnar Asplund para el Palacio de Justicia de Götemburg (1934-1937) en Suecia, consiste en la ampliación de un edificio del siglo XVII, proyectado por Nicodemus Tessin, con fachada clasicista, canónica y simétrica.
Los arquitectos se encuentran con la tarea de hacer convivir lo nuevo con lo antiguo y, además, con la complejidad de resolver un programa más diverso, sin embargo, la solución es muy distinta.
En ambos proyectos el edificio preexistente se respeta para que funcione como articulador de la relación del edificio con la ciudad, sin embargo, en el proyecto de Caruso St John se conserva únicamente la fachada y la primera crujía del edificio, mientras que todo lo demás fue modificado de manera importante para integrarse como unidad en el interior. En cambio, la preexistencia en el caso de Asplund funciona como configurador absoluto del espacio, donde la ampliación se convierte en una reinterpretación moderna de su propia arquitectura. Además, en ambos proyectos el patio interior, con carácter semipúblico, funciona como un elemento de vinculación entre lo nuevo y lo antiguo, entre el interior y el exterior, entre lo privado y lo público. Mientras que en una intervención la preexistencia funciona principalmente como articulador de su relación con la ciudad, en el otro caso sirve como punto de partida para configurar el espacio.
En ambos casos existe un contraste visible entre el peso de los elementos estructurales que corresponden a las preexistencias y los elementos estructurales ligeros de las intervenciones. Además, es posible distinguir desde la planta que el orden y la ortogonalidad de la solución arquitectónica en el proyecto de Asplund está determinado por la preexistencia, donde la crujía perimetral configura la unidad, mientras que en el proyecto de Caruso St John el orden está determinado por un solar irregular, una medianera accidentada y por la solución curvilínea del patio interior.
El análisis de la planta de edificios que incorporan una intervención por razones funcionales o de programa, permite distinguir las intenciones de los arquitectos. La ampliación de un edificio implica poner en valor el edificio preexistente para tomar una decisión respecto al tipo de intervención que es más conveniente realizar. Así, las huellas de los edificios adquieren nuevas capas y se transforman con el tiempo.
Este texto fue desarrollado parcialmente dentro del curso Arquitectura comparada (2022) en la ETSAB y fue ampliado posteriormente para la publicación en este medio. La elección de las imágenes y la dirección del curso fue de Magda Mària y Silvia Musquera.